martes, 23 de febrero de 2010

Cabello larguísimo

Reíste cuando escuchaste mi adjetivo porque pensaste de inmediato en el pequeño libro que leí alguna noche, hablábamos de revistas culturosas (ese adjetivo tan tuyo que describía a tus amigos) y de sus escritores, de las palabras que encontrábamos y los textos que odiabas porque no salieron de tus labios.

Y ese día quedó perfecto, pocas veces he utilizado una palabra en el momento indicado, te dije que amaba tu cabello, así, negro, larguísimo, pero en el momento que lo dije yo estaba encima de ti y el mío cubría todo tu rostro. Sólo me dejaba entrever tus ojos a punto de cerrarse. De inmediato lo jalaste hacia atrás y me diste un poco de aire en la frente, casi me quema el corazón. Era alucinante la frescura, suavecito, amoroso, excitante y yo que ardía dentro de ti, tú que lo hacías sobre de mí.

Terminamos y de inmediato fuiste al baño, abriste la puerta y el Basquiat se lanzó encima, nos besamos y él miraba, parecíamos pinturita francesa, llena de colores, un cuadro que quiero recordar cada que se sube y me deja todo caliente y rasgado.

Y regresamos a enfangarnos y fajarnos…como
siempre lo hacemos.

Odio que mencionaras novia
Cuando en pedirlo yo pensaba
No me dejo decirte que lo hago
Porque pensaba en decirte que lo fueras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario