sábado, 27 de marzo de 2010

For Sale

Hoy me sentí en venta, salgo porque salgo, mínimo en paquete pensé al salir de mi casa. Cuando miré la bandeja y nada, cuando miré la computadora y nada, cuando miré por la ventana y sólo una silueta descubrí.

Cómprame a doce, seis, o tres meses con besos chiquitos, de piquito. Te hago un vale por las noches adelantadas. Le hago una rebaja si me lleva dañado y fuera del empaque, no le puedo ofrecer garantía porque esa ya la sabe usted: seguro para toda la vida a su lado, puede tirarme, usarme y rehusarme con una simple mirada. Si me voltea puedo darle otra presentación: la del escritor, y si me regresa de nuevo, puedo seguir ofreciendo el mismo paquete, dame vueltas como papalote y seguiré ofreciendo lo mismo, un vale para caminar con usted café en mano por los senderos oscuros de nuestra indecisión.

Prometo no hacerle daño. ¿No me cree?, lea la etiqueta de mis pantalones, para eso debe quitarlos y ponerlos en diversas situaciones: en la cama, en el auto, en el ropero y en la lavadora. Dejaré a su imaginación lo demás. Lléveme y comience a disfrutar de los beneficios de inmediato, o si prefiere, hasta julio del año venidero.

Y si llama ahora, bueno, no ahora porque el enano del teléfono está enfermo, pero regresando estará a su disposición un número. El problema radica en las señales, el individuo no sabe hablar ni escribir bien, el único elemento que entiende son los ojos del amante, así que mírelo y deje que la magia fluya, sino fluye no lo compre. Además, creo que está dañado de fabricación.

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